sábado, 18 de mayo de 2013

Capítulo 45

Sentada en el asiento de atrás, al lado de la ventana, podía ver a Erik de pie al lado del autobús mirándome con cara de cachorrillo perdido. Le saqué la lengua y él dibujó un corazón con las manos. Me puse a reír y le envié un beso a través del aire. Cuando el autobús empezó a moverse, lo seguí con la mirada haciendo pucheros, hasta que lo perdí de vista. Me apoyé en el respaldo del asiento, intentando averiguar cómo iba a sobrevivir un día entero sin besarle. ¿Cómo, a ver?
Mi móvil vibró en mi bolsillo. Lo saqué rápidamente imaginándome de quién era el mensaje. Que sea de Erik, que sea de Erik. Efectivamente, era de él.

¿Cómo voy a sobrevivir a un día entero sin besarte, mi Princesa?

¿Me ha leído la mente? Solté una risita y escribí haciendo volar los dedos sobre la pantalla del móvil.

Es justamente lo que estaba pensando, tendremos que sobrevivir a base de imaginarnos lo que va a pasar cuando nos veamos. Aparte, tú tienes una misión importante, no lo olvides.

Sonriendo, toqué el botón enviar. Al cabo de unos segundos, mi móvil volvió a vibrar. Ya mas vale que no apague la pantalla, si voy a estar comprobando a cada segundo si me ha respondido.

Ui lo que te voy a hacer esta tarde, cuando nos veamos. Te voy a comer a besos. ¿Qué misión? Perdóname por ser un olvidadizo, pero es que llenas la mayoría de mi espacio disponible en mi cerebro ya de por sí pequeño. 

Me puse a reír sola, ganándome miradas extrañas de los niños pequeños del autobús que aún no se habían dormido. Sonreí disculpándome y volví a bajar la mirada, pensando qué le iba a contestar. 

Y yo te dejaré comerme a besos, no creas que opondré nada de resistencia. Ejem, la misión, sí. Quim y Raquel, tienes que observar qué hacen, cómo se comportan. Tenemos que ayudarlos, ellos se unieron a pesar de sus diferencias para ayudarnos a nosotros, se lo debemos. 

Claro que no pondrás ninguna resistencia, porque sabes que no puedes luchar contra mí, una mirada y estarías rendida, ¿Recuerdas? 

Me puse a reír sola de nuevo, esta vez sin preocuparme de ganarme miradas extrañas. Seguí leyendo.

Voy a ver qué hacen, no prometo que la situación vaya a mejorar mucho porque son dos cabezones empedernidos, pero intentaré volver con alguna idea al menos. Sí, se lo debemos, aunque ellos en nuestro caso no hicieron mucho. Tú hiciste todo el trabajo, eso de besarme y salir corriendo me dejó ver sin tapaderas que no había otra opción, tenía que estar contigo enserio o no estarlo en absoluto. 

Que no puedo luchar contra ti, ¿Así que esas tenemos...? De acuerdo, eso lo veremos esta tarde. Y lo de besarte y salir corriendo, fue totalmente inesperado, no quería besarte porque necesitaba que te dieras cuenta de tus sentimientos y eso no iba a ayudar para nada. Pero si finalmente ayudó, mejor que mejor. La verdad es que no pude resistirme, eres irresistible, ¿Te lo han dicho alguna vez?

Nop, no puedes luchar contra mí, pero me encanta cuando te pones en modo guerrera para demostrarme que no tienes la necesidad de darme la razón siempre. Eres auténtica e impredecible, tú sí que eres irresistible. Y siento el haber tenido tantas dudas, si hubiera sabido antes lo que iba a suponer ser tu novio, me hubiera tirado de cabeza. Simplemente me gustabas demasiado, y ahora me gustas aún más, y me dio miedo, porque no quería que me volvieran a romper el corazón. 

Es totalmente entendible, pero me dolió porque parecía que no tuvieras suficiente confianza en nosotros, como si pensaras que todo iba a salir mal y eso no va a pasar. ¿Puedo preguntarte qué pasó con tu prometida? ¿O es meterme demasiado donde no me llaman?

Me mordí el labio, nerviosa. No sabía qué esperar, no quería forzarlo a nada si no quería. Así que antes de que pudiera responder, le envié otro mensaje.

Si no quieres, o no te apetece, no he dicho nada. No tienes ninguna obligación a contármelo, solamente intentaba encontrar una razón coherente por la que tuviste tantas dudas en un principio. 

Entonces me llamó, no me devolvió el mensaje.
— ¿Sí? - Respondí cautelosa, no sabiendo qué iba a decir él o cómo debía yo reaccionar.
Oí una risa y me relajé al instante, dejando ir el aliento que había estado aguantando inconscientemente.
— Princesa, deja de morderte el labio, que nos conocemos. No estés nerviosa, sabes que puedes preguntarme lo que sea, ¿No? ¿Lo sabes? - Preguntó relajado y en parte divertido por mis reacciones cautelosas. ¿Cómo sabía que me estaba mordiendo el labio? Este hombre tiene poderes. Me esperaba que fueran preguntas retóricas, pero no lo eran, se esperaba realmente una respuesta por mi parte, así que antes de que hablara de nuevo, contesté.
— De acuerdo, Príncipe, lo tendré en cuenta - Lo oí soltar aire  como si lo hubiera estado sosteniendo. 
— Quiero contarte todo sobre Leila, pero no por teléfono. Esta tarde lo hablamos enserio, ¿De acuerdo? - ¿Leila? hasta el nombre me repugna. ¿Cómo pudo abandonarlo? si es el ser humano más bueno del mundo, no lo entiendo. Pero si aparece de nuevo, me la cargo.
Entonces, una idea loca me pasó por la cabeza. Mierda, ¿puede ser que sea la pelirroja que estaba en el campo de fútbol? Como sea esa... No reacciono. Tengo que preguntárselo, pero ¿Cómo lo hago para que no piense que la he visto o algo? A lo mejor puedo decir que Quim me lo contó.
— ¿Príncipe? ¿Puedo preguntarte algo? - Pregunté cautelosa, no sabiendo cómo sacar el tema.
— Lo que sea - Dijo, sin un ápice de duda. Cogí aire.
— Laila, Leila, o Lareida, me da igual. Por casualidad, ¿No será pelirroja? - Solté antes de arrepentirme. Noté como se tensaba incluso a través del teléfono. 
— Sí, pelirroja con el pelo largo. ¿Cómo lo sabes? ¿La has visto? - Su tono fue teñido por la alarma. Noté como el color desaparecía de mi cara sin poder yo evitarlo, me sentí fría y sin vida. Era incapaz de contestar, me había quedado de piedra - ¿Princesa, estás ahí? ¿Princesa? ¿Hola? - Preguntó con preocupación. Sacudí la cabeza anonadada, intentando conseguir que mis músculos funcionaran y mi boca se abriera para darle una respuesta. 
— Sí, estoy aquí, se me había caído el teléfono. Emm, No, no la he visto nunca. Solamente me sonaba porque creo que me lo comentó Quim - Respondí odiando al instante tener que mentirle. Pero no estoy segura de que sea ella. No la he visto nunca, puede que sea una casualidad. Mi madre me dice siempre que no existen las casualidades, pero yo no creo eso. Hay muchas personas pelirrojas en el mundo, puede que fuera la madre de algún jugador, o alguna novia. Lo que sea. No quiero pensar demasiado, si realmente era ella, aparecerá de nuevo. O no. Si aparece ya pensaré algo para decírselo a Erik, pero ahora no quiero meterla entre nosotros. Ahora que nos está yendo tan bien no quiero estropearlo. ¿Aparecerá de nuevo? Si lo hace, ¿Erik se iría con ella? No, no puedo pensar así. Sino, estoy perdida. Tiene que haber una explicaciónAl menos eso espero, no quiero competir con una ex prometida con ganas de guerra. Porque si tiene ganas de guerra, guerra tendrá.

2 comentarios:

  1. Te ha salido una letra más pequeña que de costumbre pero ¡bendito word! Seguiré leyendo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. vas por el 45 ya?? qe rápida, síi, me sale pequeña porqe la he puesto pequeña, porque si la pongo como las otras, me sale enooooooorme, entonces qeda peor :D Yo siempre cuelgo los words en mi fb, si quieres te agrego y te meto en el grupo y así podrás bajarte los capítulos, mucho más rápido y práctico. Qué te parece?

      Eliminar